"Mucho antes de que el hombre pensara en conquistar las montañas, las montañas habían conquistado al hombre".

domingo, 13 de febrero de 2011

Sobre mi...


Collado de Añisclo 2.440m.
 (Huesca)
De niña mi padre ya me llevaba a muchas de las ascensiones, escaladas, rápeles, etc. a los que iba con algunos compañeros. Nuestras vacaciones se convirtieron en explorar poco a poco cada tramo de los Pirineos: Lleida, Girona, La Vall d'Aran, Huesca... Así comenzó a transmitirme sus conocimientos sobre acampada, vivac, trekking (...) como preparar y distribuir bien una mochila, técnicas para moverte adecuadamente en los distintos terrenos que te ofrece la naturaleza y, sobretodo, el tremendo respeto que siento al adentrarme en un bosques, atravesar morrenas, encumbrar cimas o bañarme en los ríos y lagos de aguas heladas y cristalinas...

Así que, resumiendo, se puede decir que llevo en la sangre (y así lo siento desde mi más tierna infancia) ésta pasión por la montaña, a la que admiro y respeto en cada paso de cada sendero que descubro.

Quizás lo que más valoro de cada una de estas experiencias, sea el hecho de que, a pesar de tener una deficiencia que me deja un bajo porcentaje de agudeza visual, cada reto que me plantea un ascenso, superar una tartera de piedras sueltas o senderos casi borrados con pendientes del 30 o 40% de inclinación, lo supero de la misma forma que lo hace cualquier persona sin discapacidad; allí arriba me siento en paz conmigo misma, libre, sin barreras ni discriminaciones sociales. La montaña nos pone a prueba a todos/as por igual y a niveles físicos y psicológicos que se vencen fundamentalmente con la fuerza mental, el tesón, la perseverancia y el esfuerzo que cada un@ seamos capaces de ofrecer.